Tanto en España como en Japón, existe la mala suerte. Es algo de lo que no se puede huir. Sin embargo, la mala suerte no es la misma en todos los rincones.
En Japón, algunas supersticiones deben su existencia a las características lingüísticas del idioma. Algunos de los vocablos pueden ser relacionados con palabras de lo más escabrosas mediante la homofonía o polisemia. Todas estas coincidencias afectan notablemente las acciones de los japoneses.
Las cifras a evitar en Japón son el 4, 9 y 43 ya que tienen un significado bastante tenebroso. El número 4 [四] se lee en lectura on’yomi como “shi”, idéntico sonido al de la palabra “Muerte” [死]. Por el otro lado, 9 [九] se pronuncia como “ku” y se parece mucho a la pronunciación de la palabra “Sufrimiento” [苦]. Otro caso es el de 43, cuya lectura significa “nacimiento muerto”. Así pues, en hoteles se procura evitar las habitaciones con estos números, igual que en las secciones de maternidad; incluso, hay algunos hoteles en los que no existen habitaciones con estas cifras. Recientemente, y por importación de la cultura occidental, el número 13 se ha añadido a la lista de malos augurios.
Los nipones no se libran de atraer a la mala suerte ni las situaciones en las que parece que nada puede ir a peor. En Japón es habitual ocultar el pulgar dentro del puño cuando se ve un coche fúnebre y se protege a los padres de la persona, pues el pulgar se traduce en japonés como “dedo padre”. Otras costumbres del país del sol naciente es el vestir de blanco en los entierros y purificarse tirándose sal por encima de uno mismo, muy al contrario que en Occidente, donde estas acciones traerían mala suerte o serían vistas como una indiscreción. Ni durante las comidas se puede bajar la guardia, pues clavar los palillos en la comida (especialmente en el arroz) o pasarse comida de unos palillos a otros tienen similitud con rituales y tradiciones funerarias. Tampoco uno puede descansar sin que la mala suerte le aceche, dormir orientado hacia el norte puede acortar la vida, pues es así como se entierran los muertos. Tal como se muestra en el manga 'Paradise Kiss' de Ai Yazawa.
Otras muchas de las supersticiones de los nipones están estrechamente relacionadas con el mundo nocturno y de los animales. Como por ejemplo, cortarse las uñas de noche no es nada recomendable si quieres sobrevivir a tus padres, igual que ver una araña (¡pero si es por la mañana no la mates! ¡Trae buena suerte!).
Como curiosidad, los zapatos parecen ser un elemento muy susceptible a traernos desgracias. Estrenar zapatos por la noche nos traerá mala suerte y si se mojan en un día lluvioso, siempre que nos los pongamos lloverá.
No obstante, siempre nos quedará el ‘Maneki Neko’ (gato de la buena suerte), presente en muchos comercios o restaurantes para atraer a los clientes y a la buena suerte, o el 'Teru-teru bozu' para que salga el sol...
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